Algunos actores de las protestas dicen estar están siendo vigilados y acosados por sobras.
Denuncias de vehículos asechando periodistas o personas públicas, denuncias de teléfonos "pinchados" (aunque no se ha especificado como han sabido que están intervenidos) calientan el ambiente en plenas Navidades.
Hoy salen acusaciones directas contra Leonel Fernandez de estar detrás de todos estos actos, como si la experiencia del accionar del ex-presidente fuera de tipo mafioso-dictador y no es el caso.
Aun cuando podrian ser verdad las acusaciones, la realidad es que en política se mueven muchos hilos que no se ven, eventos que son mucho más complejos de entender que simplemente pararse con extrema irresponsabilidad y acusar a alguien de ser criminal y amenazador a lo "Vitto Corleone" sin tener en lo más mínimo ni una prueba.
Leonel, que es evidentemente un ser de sangre fría. que permitió que a su esposa la ofendieran en campaña de forma super irrespetuosa y no mandó a matar a nadie, nuevamente queda quieto, sabiendo que siempre, al final, todo termina tomando su nivel.
Aun cuando Leonel fuera en verdad un mafioso, que use grupos paramilitares para atacar, pinchar teléfonos y otras actividades ilegales, el no tener prueba y acusar públicamente es un acto de completa irresponsabilidad a alguien que queda impune solo porque el plan de Leonel es no contestar a estas declaraciones, es dar tiempo, es esperar.
Es difícil ser vigilado, es difícil ser víctima de grupos irregulares, pero sabemos que a veces hasta acciones delincuenciales es para hacer "saltar" a alguien u otro objetivo oculto entre las manipulaciones de un telón político que pocos conocen o llegan a tener pruebas.
Si se quiere mantener justicia se debe ser un poco más respetuoso, paciente, ladino, político, tratar de que los eventos no lleven a declarar culpables sin pruebas.
Solo la verdad nos hace dignos y permite que más temprano que tarde, culmine el camino con la victoria.
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