Día a día, la lucha contra la Reforma Fiscal y sus causa produjo la movilización de grupos y los medios de difusión se hicieron eco, unos más y otros menos de que se acercaban tiempos oscuros, oleadas de hambrientos sobre las zonas residenciales de la capital, huelgas generales, etc.
No ha pasado nada.
A medida que las correas se fueron ajustando, poco a poco, los pequeños comerciantes recibieron el año con el convencimiento de que debian trabajar más pues "no se puede hacer nada".
El comercio sigue, el petroleo sube, los cinturones se siguen apretando pero lo amortigua el tener un presidente que no anda en comitivas interminables y no permite demasiada vagabunderia a sus funcionarios.
No llegó el apocalipsis, solo entre los opositores que en ve de organizarse permiten que el gobierno se eleve a niveles nunca visto de popularidad.
Los multituosos, jartos, etc, se han apagado replegándose a twits espaciados, derrotados por su propio desconocimiento del accionar político organizado, como debe ser, el ímpetu siempre es límitado en el tiempo y las cirscuntancias.
Así andan las cosas, se han apagado los grupos de protestas y los apocalípticos. Guste o no, sea bueno o no.
Fernando Buitrago
@fdo_buitrago
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